Es cierto que ayer, 13 de junio de 2015, se constituyeron los ayuntamientos más vergonzantes de nuestra historia democrática. Comunistas y antisistema copan los consistorios de muchas de nuestras poblaciones: No sólo Madrid o Barcelona, sino también La Coruña, Ferrol o Cádiz. Por sólo mencionar algunos casos.
Pero no es cierto que todo eso ocurriese ayer. Ocurrió hace muchos años. No comenzó en 2014 o 2013 ni en 2011, ni siquiera un 11 de marzo de 2004. Comenzó antes, mucho antes. Si queréis un día tachado en el calendario, no lo hay. No hay un año exacto ni una medida concreta que inicie todo. Es una sucesión encadenada de hechos ignominiosos que transitan el camino hacia el desorden y la marabunta y que aleja a sus transeúntes de los espacios del esfuerzo y la responsabilidad: Un día se socava la autoridad del maestro, otro día se le dice a la gente que todos son genios en potencia, pero es el mundo quien no los entiende, al siguiente se menoscaba la autoridad de la policía y se los criminaliza y se vitorea a los responsables de perpetrar terrorismo de estado, otro día se le dice a la gente que no tiene que asumir sus responsabilidades, otro que está bien matar a seres humanos indefensos cuando aún están en el vientro de sus madres (que qué más da, ¡tu cuerpo es tuyo y el suyo también!) y al final se acaba llamando «asesino» al gobierno que vela por seguridad nacional, y dando todo tipo de coartadas a los terroristas que asesinan. Y así.
En todo caso, hemos llegado a donde estamos, para mal sin duda. Y es normal que la gente de bien que lo único que quiere es poder ganarse el pan con su trabajo esté preocupada por el devenir de los acontecimientos. Son normales las declaraciones desoladas y compungidas de quienes se ven abocados a sufrir los desgobiernos de aquellos que quieren hacer saltar por los aires el sistema. Pero, como lamentarse no sirve de nada, yo os hago una pregunta directa: ¿Qué vais a hacer para cambiar la que se avecina?
La democracia, la libertad, los derechos individuales y la prosperidad han perdido una importante batalla este junio, pero no fue en junio, fue en mayo, de hecho mucho antes. En septiembre o en noviembre o cuando sea que se celebren las elecciones generales se proclamará al vencedor. Y si las hordas antisistema avanzan, el invierno vendrá mucho más crudo de lo que ya de por sí se presentaba. La cuestión es que no será en noviembre, la batalla ya se está librando. Así pues, ¿qué vais a hacer para ganarla?