Antes de nada quisiera comenzar el artículo recordándoles que el mundo se acaba. Ya está. Se acabó. 2012, los incas tenían razón (quizá fallaron por unos meses de diferencia y tal, pero tampoco es plan afearles el asunto) y el mundo se acaba. Ya no tienen que preocuparse más por Zapatero, ni de llevar los niños al cole, o de si su jefe está de buen o mal humor. Es el fin del mundo. Hagan el amor a sus parejas, vean alguna vieja película de ovnis dominando el planeta (por lo que pudo ser y no fue) y díganle al banco que le vaya a cobrar el recibo a su santa madre, que ustedes ya no están para esas. Lo ha dicho Günther Oettinger, Comisario europeo de Energía, que es el apocalípsis, caput, bye bye. Ya no hace falta que paguen ustedes a Hacienda, el mundo se acaba. ¡Dios nos asista y no tengamos nosotros un terremoto como los japones, porque cómo estarán las centrales nucleares europeas con un payaso como éste al frente del tema energético!
Pero por si acaso el mundo sobreviviese a la catástrofe apocalíptica del señor Oettinger, la IEA (Agencia Internacional de la Energía) habla de las tareas que tendrá que afrontar Japón para sustituir el suministro de energía que las centrales nucleares le proporcionaban. Y, para alegría de todos los ecologistas del planeta su recomendación es clara: PETROLEO, GAS Y CARBON. Todo muy limpio, muy verde y muy renovable.
Mientras tanto, para los alarmistas y los que se dejan alarmar por los que se pasan la ciencia por la entrepierna, vamos a enlazar un artículo del Dr. Jose Oehmen, del MIT, que habla sobre lo que está ocurriendo en Fukushima, artículo que ahora puede verse post-edición del Departamento de Ingeniería Nuclear del referido Instituto. En su versión traducida al español: Porqué no estoy preocupado por los reactores nucleares de Japón. Nota: En el artículo del MIT actual refieren a otro enlace para la traducción (aunque advierten que no está chequeada) pero yo les recomiendo este otro porque el primero tiene un problema con las fuentes y sale todo el artículo tachado. La información fundamental es la misma en ambos, en cualquier caso.
Por destacar alguna información que me parece importante que la gente conozca:
1. La escala de Richter es logarítmica. La diferencia entre la magnitud 8.2 y 8.7 no es de 0.5, sino que un terremoto de 8.7 es 5 VECES MAS DEVASTADOR que uno de 8.2. La central fue diseñada para 8.2. NOTA: En realidad, el terremoto no fue de 8.9. Sino de entre 9.0 y 9.1.
2. Cuando el terremoto golpeó con 8.9 (nota: en realidad fue incluso mayor como recoge la Wikipedia), los reactores nucleares pasaron todos a modo de cierre automático. En cuestión de segundos, las barras de control habían sido insertadas en el núcleo, y la reacción nuclear en cadena del uranio se detuvo.
3. Cuando diseñan una central nuclear, los ingenieros siguen la filosofía de “Defensa en Profundidad”. Eso significa que, primero, lo construyes todo para soportar la peor catástrofe que puedas imaginar, y luego diseñas la central de forma que aun así pueda con un fallo del sistema (que no pensabas que podría suceder) tras otro.
4. Se ha liberado algo de radiación cuando se ventiló la vasija de presión. Todos los isótopos radiactivos del vapor activado han sido eliminados (desintegrados). Se liberó una cantidad muy pequeña de Cesio y de Yodo. Si estuvieses sentado encima de la chimenea del reactor cuando estaba siendo ventilado, deberías dejar de fumar para volver a tu anterior esperanza de vida. Los isótopos de Cesio y Yodo acabaron en el mar y no volveremos a verlos.
Estos son sólo algunos de los puntos que creo que merece la pena tener en cuenta, pero recomiendo, seriamente, a todo el mundo que se lea el artículo completo. Luego si quiere puede decir que no le gusta la energía nuclear. A mí no me gusta el cine gore. Pero al menos que lo hagan con conocimiento y no desde el alarmismo de los medios de desinformación.