Recuerdo el 11 de Septiembre de 2001. Las imágenes del horror, y los comentarios vomitivos de ciertos medios, volcados en explicarle al mundo porqué los yanquis malos e imperialistas habían sido atacados. Cualquier atisbo de solidaridad con las víctimas quedaba sepultado bajo una losa de demagogia donde cualquier argumento o excusa servía para explicar, o incluso justificar, la acción terrorista.
Recuerdo el 11 de Marzo de 2004. Y recuerdo en los días posteriores la reacción de la izquierda: La culpa de lo sucedido no la tenían los terroristas, la tenía el gobierno.
Elentir, en el que para mí es sin duda el mejor post de lo que va de año de toda la blogosfera, retrata gráficamente la bajeza moral de la progresía en una viñeta sencilla y demoledora.
Son ellos así de majos, así de reptiles, de repugnantes. Me van a permitir que yo les amplíe ligeramente la comparativa:
- Son los que visten camisetas del CHE y se llaman pacifistas y gritan «NO A LA GUERRA» cuando el gobierno no es de su color.
- Los que condenan a Franco, pero siguen sin condenar Paracuellos, la quema de iglesias o el asesinato de dirigentes políticos que no son los suyos.
- Los que miran para la ONU para condenar las intervenciones militares que ellos no dirigen pero que la ignoran cuando son ellos los que tienen que decidir si intervenir o no.
- Los que dicen que ETA lo hizo bien cuando lo de Carrero Blanco.
- Los que justifican el GAL y los chivatazos a ETA.
- Los que se llenan la boca con los derechos de la mujer y las leyes paritarias pero aplauden a regímenes que imponen el burka.
- Los que no tienen reparo alguno en matar una vida inocente e incapaz de defenderse, aunque este inocente sea su propio hijo.
- Los que no tienen reparo en matar a sus padres cuando en vez de ser fuente de ingresos son cargas económicas.
- Los que cuando unos manifestantes que son contrarios a su cuerda son agredidos, dicen que la culpa la tienen las víctimas por crear crispación.
- Los que te dicen «los pobrecillos de Guatánamo que no saben ni porqué están ahí», pero luego vieron bien la patada en la puerta y ven bien que haya presos políticos en Cuba, o en cualquier régimen dictatorial de izquierdas, claro, si es de derechas entonces vuelven las condenas.
Ahora, por cierto, los intelectualoides de la progresía, se llenan la boca con La Ley del Talión: Ojo por ojo y diente por diente. Hay que ser más avanzados que eso, eso es retrógrado, juicios justos, etc. dicen hablando de Bin Laden. Lo cierto es que la ley en cuestión fue todo un avance para la sociedad de entonces, estableciendo por primera vez límite en la reparación del daño. Sin ir muy lejos en la Wikipedia podemos encontrar unos cuantos ejemplos que nos dan una idea de lo que la Ley del Talión implicaba. Por ejemplo, si un arquitecto hacía una casa y ésta se derrumbaba matando al propietario, el arquitecto sería ejecutado. Igualmente, si la casa se derrumbaba matando al propietario y a su hijo, el arquitecto y el hijo de éste serían ejecutados.
Es evidente pues, que no estamos ante la Ley del Talión. ¿Qué pena habría que haberle impuesto a Osama Bin Laden para encontrarnos ante una aplicación de la Ley del Talión? ¿Lanzar aviones contra la población civil de Pakistán o Afganistán, Irak o cualquier otro lugar? ¿Eso en qué le hubiera supuesto a este hombre un castigo? Es lo que pasa cuando se sostienen estupideces irracionales, como constantemente hace la progresía. Hablando de lo que no saben, dando lecciones de lo que desconocen: La Ley del Talión. Y tampoco era tan difícil acudir a la Wikipedia y al menos leer un par de ejemplos, para tener una noción básica y no decir burradas.
Pero da lo mismo. Su obsesión por la Ley del Talión no es por motivos de justicia, sino de fanatismo. Es el hecho de que salga citada en la Biblia, lo que hace que estos indocumentados, profesionales de la arenga moralista y demagógica, sepan de ella. Y si aparece en la Biblia, hay que ponerla como ejemplo de algo malo, algo condenable.
Por cierto, hablando de la coherencia progre. Un último ejemplo: ¿Saben aquel de «no va a haber crisis», «no hay crisis», «estamos a punto de salir de la crisis»? Pues éste es igual o aun mejor: El paro es culpa de Aznar, pero si baja en abril (¡bendita Semana Santa!) entonces es mérito del gobierno.
Mañana más. Quizás nos demos una vuelta por Fukushima, el que iba a ser el nuevo Chernobyl, era el nuevo Chernobyl (a cámara lenta y tal) y ahora simplemente es un renglón esporádico de vez en cuando, porque hay que rellenar el espacio…
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