Iba a ser el fin del mundo. Lo dijo incluso el Comisario de Energía de la UE, que sigue siéndolo. Nadie lo cesado ni ha dimitido ni nada. Pero no lo ha sido. Afortunadamente para todos, incluso para los alarmistas y demagogos que llenaron los titulares de sus medios ansiosos de ver un nuevo hongo nuclear en Japón. Hay gente sádica, sí. No sé si incluir a todos estos en ese grupo o sencillamente en el de los tontos, pero ahí estuvieron: Frontándose las manos, esperando que la tragedia se produjese. ¡Chasco! No se produjo.
Hubo un incendio, picos de valores de emisión que en todo momento han sido conocidos, como consecuencia de los protocolos de protección civil asociados, la población fue puesta a salvo de la fuerza destructora del terremoto-tsunami, y no ha habido ni una sola muerte (¡gracias a Dios!). Hubo todo eso y una demostración de valor que dejó a todo el mundo con la boca abierta. Pero no ha habido apocalipsis, no ha sido lo de Chernobyl (ni nunca podría haberlo sido por más que los alarmistas insistieran), no ha sido tampoco Chernobyl a cámara lenta (que fue la siguiente teoría alarmista en acuñar cuando los demagogos y alarmistas se dieron cuenta que no iban a poder mostrar el trágicamente famoso hongo nuclear). Simplemente no ha sido nada de todo eso. Fukushima sigue estando ahí, Japón también, el mundo también y el cretino del Comisario de Energía también sigue estando en su poltrona, para desgracia de todos.
Y ahora, cuando siguen los trabajos de subsanación de los daños causados, porque esos siguen y tendrás que seguir hasta que la pongan a funcionar de nuevo (creo que en estos momentos ni se considera esta opción) o se desmantele (que a buen seguro será lo que se acabe haciendo), ¿quién se acuerda de Fukushima?
PD: Creo que en España anda la gente estos días rasgándose las vestiduras por el tema «Bildu». ¿Y qué esperaban? ¿De verdad alguna vez creyeron que se produciría otro panorama distinto?
Por echarse unas risas, pueden pasarse por LIBERTAD DIGITAL y descubrir cómo nos mienten, hasta en lo más elemental como es el currículum. Y como lo hacen incluso de la forma más burda. Y como, a la inmensa mayoría de ellos, NO LES CUESTA NADA.
Antes de nada quisiera comenzar el artículo recordándoles que el mundo se acaba. Ya está. Se acabó. 2012, los incas tenían razón (quizá fallaron por unos meses de diferencia y tal, pero tampoco es plan afearles el asunto) y el mundo se acaba. Ya no tienen que preocuparse más por Zapatero, ni de llevar los niños al cole, o de si su jefe está de buen o mal humor. Es el fin del mundo. Hagan el amor a sus parejas, vean alguna vieja película de ovnis dominando el planeta (por lo que pudo ser y no fue) y díganle al banco que le vaya a cobrar el recibo a su santa madre, que ustedes ya no están para esas. Lo ha dicho Günther Oettinger, Comisario europeo de Energía, que es el apocalípsis, caput, bye bye. Ya no hace falta que paguen ustedes a Hacienda, el mundo se acaba. ¡Dios nos asista y no tengamos nosotros un terremoto como los japones, porque cómo estarán las centrales nucleares europeas con un payaso como éste al frente del tema energético!
Mientras tanto, para los alarmistas y los que se dejan alarmar por los que se pasan la ciencia por la entrepierna, vamos a enlazar un artículo del Dr. Jose Oehmen, del MIT, que habla sobre lo que está ocurriendo en Fukushima, artículo que ahora puede verse post-edición del Departamento de Ingeniería Nuclear del referido Instituto. En su versión traducida al español: Porqué no estoy preocupado por los reactores nucleares de Japón. Nota: En el artículo del MIT actual refieren a otro enlace para la traducción (aunque advierten que no está chequeada) pero yo les recomiendo este otro porque el primero tiene un problema con las fuentes y sale todo el artículo tachado. La información fundamental es la misma en ambos, en cualquier caso.
Por destacar alguna información que me parece importante que la gente conozca:
1. La escala de Richter es logarítmica. La diferencia entre la magnitud 8.2 y 8.7 no es de 0.5, sino que un terremoto de 8.7 es 5 VECES MAS DEVASTADOR que uno de 8.2. La central fue diseñada para 8.2. NOTA: En realidad, el terremoto no fue de 8.9. Sino de entre 9.0 y 9.1.
2. Cuando el terremoto golpeó con 8.9 (nota: en realidad fue incluso mayor como recoge la Wikipedia), los reactores nucleares pasaron todos a modo de cierre automático. En cuestión de segundos, las barras de control habían sido insertadas en el núcleo, y la reacción nuclear en cadena del uranio se detuvo.
3. Cuando diseñan una central nuclear, los ingenieros siguen la filosofía de “Defensa en Profundidad”. Eso significa que, primero, lo construyes todo para soportar la peor catástrofe que puedas imaginar, y luego diseñas la central de forma que aun así pueda con un fallo del sistema (que no pensabas que podría suceder) tras otro.
4. Se ha liberado algo de radiación cuando se ventiló la vasija de presión. Todos los isótopos radiactivos del vapor activado han sido eliminados (desintegrados). Se liberó una cantidad muy pequeña de Cesio y de Yodo. Si estuvieses sentado encima de la chimenea del reactor cuando estaba siendo ventilado, deberías dejar de fumar para volver a tu anterior esperanza de vida. Los isótopos de Cesio y Yodo acabaron en el mar y no volveremos a verlos.
Estos son sólo algunos de los puntos que creo que merece la pena tener en cuenta, pero recomiendo, seriamente, a todo el mundo que se lea el artículo completo. Luego si quiere puede decir que no le gusta la energía nuclear. A mí no me gusta el cine gore. Pero al menos que lo hagan con conocimiento y no desde el alarmismo de los medios de desinformación.
Alucinante lo de Japón. Desde aquí, ya que aún no me había ocupado del tema, mi más sincero afecto. Antes de nada, listado de webs de ayuda para ayudar y hallar personas desaparecidas. La masacre de la naturaleza ya se está cobrando miles de víctimas oficiales, así que poco más puedo decir en este sentido. Que pase pronto, que al final haya sido menos de lo que parece, que el país se recupere y que los familiares que tengan que luchar con la pérdida de seres queridos lo sobrelleven lo mejor posible. Poco más se puede decir a este respecto.
Y es que poco más cabe cuando la naturaleza ataca de forma salvaje. Ya sean terremotos, tsunamis, ciclones o cualquier otro tipo de turbulencia o movimiento violento de aire, agua o tierra, el ser humano está indefenso ante ésto.
Por eso es por lo que resulta aún más sorprendente si cabe la demagogia y el amarillismo de algunos medios y sectores ideológicos que arrancan el lunes con preguntas como «¿es segura la energía nuclear?». Aún me estoy preguntando por qué no han comenzado preguntando si son seguras las calles. No sé… Estoy por terquear que han quedado mucho más perjudicadas que las centrales. ¿Y las casas son seguras? ¿Son seguros los coches? ¿Son seguros los barcos? A responder a estas preguntas les va a ayudar ver algunas de estas fotos.
El hecho en sí es muy claro: Varios movimientos fuertes durante una semana, un seísmo salvaje de 9.0 en la escala Richter para que haya habido dos centrales nucleares afectadas. En un país que tiene 55 centrales repartidas por todo el país. Claro, lo que no ha pasado es que hayan quedado devastadas por el fuego como sí ha pasado con la refinería de Ichihara, de la que la mayoría de los medios no han dicho ni mu.
Porque claro, si un barco petrolero se parte en el mar entonces estamos hablando de una catástrofe sin parangón, pero si se incendia una refinería y mandamos a la atmósfera toda esa porquería mejor ni hablar del tema. Si total… Lo alarmante son las centrales nucleares que no han explotado, pero a ver si explotan y hacemos el reportaje más amarillista de la historia. Algunos ni saben lo que es la vergüenza ni se espera que la lleguen a conocer.
Así que, después de un terremoto fortísimo en uno de los países con mayor probabilidad de sufrirlos, hemos tenido a 2 de las 55 centrales afectadas. Una de ellas, fuera de peligro. La otra aún en curso todos los esfuerzos. ¿Qué más seguridad le quieren pedir a la energía nuclear?
Y si pensamos en España, ¿qué posibilidades tenemos de padecer un seísmo de nivel 9? No sé si los que estos días se agarran al amarillismo y sensacionalismo más cañí y barriobajero se han parado a pensarlo siquiera medio segundo. Cada país tendrá que considerar sus opciones, pero frenar en España el uso de la energía nuclear por los riesgos derivados de un seísmo de nivel 9, es a todas luces de tarados.
Ahora queda seguir esperando a que los responsables solucionen todos los problemas. ¿Puede que no lo consigan? Es posible. Como también cabe montarse en un avión y que se parta en dos nada más despegar, o que uno viaje en tren y éste descarrile (no hablemos ya de que lo haga saltar en pedazos un grupo de terroristas, que aunque fuera de nuestro control, podríamos considerarlo dentro de otra categoría de hechos). Es posible que nos barra un huracán de la faz de la Tierra, y ya si nos ponemos incluso es posible que otro meteorito, como el que barrió a los dinosaurios del planeta, aparezca en el espacio y acabe con nosotros. Pero mientras tanto, convendría tener claro que la idea es vivir, no someternos al miedo irracional y la caverna.
Objetivamente, la energía nuclear ha demostrado, está demostrando, una seguridad a prueba de seísmos. No a prueba de seísmos. A prueba de uno de los mayores seísmos conocidos desde que se miden estas cosas. Una catástrofe natural que afectará la economía del país durante años. Un riesgo al que, afortunadamente, no están (no estamos) sometidos todos los países del mundo.
Desde aquí, mis oraciones para que pronto solucionen todos los problemas en las centrales afectadas. Yo, al contrario, que los carroñeros de la prensa amarilla, deseo de corazón que pase ya ese mal trago; y, desde luego, prometo que no daré ni un céntimo de mis bolsillos a esa caterva de gentuza que se apiña sobre la catásfrofe, deseando que se produzca.Va a comprarles un ejemplar Rita la Cantaora. Porque su afán por vender les ha llevado al sensacionalismo más zafio, y la desinformación más burda. ¡Les den!