Veto a la democracia: El esperpento de Sánchez-Rivera-Iglesias

Ganar unas elecciones no sólo significa sacar más escaños sino poder gobernar. Igual que ser demócrata no significa sólo salir elegido sino aceptar que la democracia es el gobierno de las mayorías y vetar al partido más votado no es democrático, es antidemocrático y propio de fanáticos. 

Dije en este mismo blog que Mariano Rajoy no debía ser candidato. Advertí del riesgo de un candidato que para ganar tenía presentarse prometiendo lo mismo que ya había prometido y no había cumplido. Pero lo fue, y a la vista está que los resultados respaldaron mis advertencias. En mis críticas no reparé en ganarme amigos también entre los votantes de la derecha (a los que recientemente les dediqué  unas nuevas líneas a cuenta de Cristina Pedroche), llamándolos cobardes; porque el problema de fondo no era que Mariano Rajoy quisiera ser candidato nuevamente sino que entre varones, afiliados y simpatizantes se lo permitieran; y se lo permitieron. Y va camino de volver a ser candidato una vez más; porque la reunión de hoy de Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias salió como era de esperar que saliese: mal. Una reunión, me van a permitir que lo diga, que por el mero hecho de estar formada por 19 ponentes ya es de facto una mamarrachada. Una reunión de estas características se celebra entre los tres dirigentes, y punto; y si llegan a acuerdo luego se reúnen sus escribas y redactan la letra pequeña. La pantomima esta comunista de treinta mil colegas, que cada uno tiene una coma o una tilde que apuntillar, es sencillamente de espectáculo propio de los tontos de la clase de preescolar.

Dije en este mismo blog que Mariano Rajoy no debía ser candidato; pero lo cierto es que lo fue y que el Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente fue el partido más votado. Y sin embargo, desde entonces hasta hoy a lo que hemos asistido es a un constante veto a la democracia. La democracia ha sido vetada en España: 123 representantes públicos han sido acordonados, tratados como apestados, por las ambiciones personales y el fanatismo de Pedro Sánchez, que prefiere despreciar la voluntad de la mayoría de los españoles anteponiendo sus desmedidos anhelos personales al interés general. Lo que de facto debería se inhabilitante para ejercer la mera función de candidato a la presidencia de España, así como de cualquier comunidad autónoma o comunidad de vecinos.

Lo que acabe sucediendo, si volveremos a votar o tendremos que asistir a la destrucción de España de la mano del tandem Sánchez-Iglesias, ya lo veremos. Ya dije que no pasa nada por volver a votar, no pasa absolutamente nada. Ir a una segunda vuelta es sano. En muchos países se hace y no pasa nada. No sólo es perfectamente democrático sino además muy saludable. De hecho, cuando oigo a un político decir que volver a votar es un fracaso sólo puedo pensar que quien dice eso no tiene mucho aprecio a la democracia. Votar es un ejercicio muy saludable; y si con una votación no es suficiente para componer gobierno, se vota dos veces, tres o las que hagan falta. No pasa nada. ¿Que cuesta dinero? Como todo en la vida, pero no es ninguna tragedia ni hay que rasgarse las vestiduras.

Pero lo cierto es que aquí estamos, en un futuro incierto y con perspectivas nada alentadoras para el futuro. También lo dije, la verdad: No es que el mal triunfe cuando el bien no hace nada. Es que no hacer nada es otra forma de mal. Y ahora lo estamos pagando.

Última actualización: 08/04/2016.

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Pedro Sánchez, el torpedo de Podemos en el PSOE

No sé quién elevó a Secretario General de Pedro Sánchez dentro del PSOE, ni sé cuántos apoyos reales tiene o cuántos buitres revolotean a su alrededor esperando heredar el trono; pero Pedro Sánchez está dispuesto a entregar Ferraz y a España a Pablo Iglesias y su tropa de totalitarios y antidemócratas.

Las miserables declaraciones del líder nominativo socialista, Pedro Sánchez, no sólo significan la liquidación del Partido Socialista sino que además son las propias de un tipo mezquino y un falsario. Y voy a explicar por qué, para que nadie me tilde de adjetivar gratuitamente:

Miente Pedro Sánchez cuando dice que España ha votado un cambio progresista. España no ha votado ningún cambio progresista. De hecho, no sólo el PP ha sacado bastantes más escaños que el PSOE, sino que además su progresista formación ha perdido también un buen puñado de escaños. Ciudadanos no está nada claro que sea una formación progresista y entre todos los secesionistas no pocos son de corte conservador. Por no mencionar la mayoría absoluta del PP en el Senado. Miente Pedro Sánchez y como un bellaco: España no ha votado progresismo. En absoluto.

Pero es que, además, lo que está diciendo Pedro Sánchez es que quiere entregar a Podemos las llaves de la Moncloa. Algo que para nada han votado sus electores, porque de hecho si ha habido electores que han seguido votando PSOE es como alternativa a Podemos, formaciones ambas que se mueven en el espectro de la izquierda. Para votar a Podemos ya los hubieran votado directamente.

Cuando Pedro Sánchez dice que lo último es volver a repetir elecciones no está siendo más demócrata sino menos. Porque lo cierto es que es la forma de negarle a los electores una oportunidad de volver a intentarlo y dejar un panorama mejor definido.

Pedro Sánchez miente cada vez que habla, como Pablo Iglesias. Miente incluso cuando dice que es él el que manda en el Partido, porque de hecho es Susana Díaz quien ha salvado las elecciones del PSOE. Así que si manda es porque Susana le deja. De hecho, si los escaños de Susana se fueran al grupo mixto, Pedro Sánchez no tendría ni para pedir el turno en la cámara…

Pedro Sánchez y su bajeza de miras secesionista

Lo puede repetir más veces, pero no puede decirlo más claro: El quiere echarse en manos de Podemos y todos los secesionistas. El PSOE de Pedro Sánchez no es un partido nacional sino pro-independentista.

 

Pactos y reformas de consenso

Pactos. Todo el mundo tiene uno o dos en la cabeza. Y muchos apuntan a que la solución a los males de España es un pacto PP-PSOE-Ciudadanos que abra las puertas a un periodo de transición que aborde unas cuantas reformas hasta unas nuevas elecciones generales en las que el llamado bipartidismo pueda salvarnos de nosotros mismos. Vuelta la burra al trigo.

Pero antes de seguir repasemos los resultados:

Resultados

  1. El Partido Popular con 123 escaños no llega muy lejos en solitario, pero no sólo ha sido la formación más votada, sino que ha teñido de azul la práctica totalidad del territorio nacional.
  2. El Partido Socialista, por su parte, con sus 90 escaños, y con sólo unas pocas provincias rojas en todo el territorio nacional debería comenzar por aceptar que no todos los españoles comparten eso de que Mariano Rajoy sea un indecente.
  3. Mal que le pese al lechón de Chávez, Pablo Iglesias, él no ha ganado las elecciones. Ni siquiera se ha aproximado. 69 escaños (42 PODEMOS + 27 Mareemos y demás) son un unos cuantos escaños, pero no constituyen una mayoría absoluta, ni siquiera una mayoría de nada.
  4. Por otro lado Ciudadanos, con sus 40 escaños, no son ni llave ni árbitro de nadie. 40 escaños no son pocos, sin duda, pero con la distribución de pesos no sirve para otra cosa que para tener voz propia en el futuro parlamento, pero nada más.

Los Pactos

Los «patos», que diría Pepiño, son, a la vista del resultado, el tema principal y más atractivo del tertuliano. Hay, según parece, dos grandes alianzas a la vista del personal:

  • PP-PSOE-Ciudadanos; o,
  • PSOE-PODEMOS-Bildu- y secesionistas varios.

Pues bien. Comencemos por esta última alianza del radicalismo PSOE-PODEMOS-BILDU y dejemos a los moderados para el final.

Si nos paramos un instante en la aritmética del asunto veremos algo peculiar: Y es que el PSOE, que puede parecer la fuerza mayoritaria, no lo es. No, no lo es.

La suma de PSOE + (Podemos+Mareemos)+ (Bildu y otros secesionistas) alcanza los 212 escaños, dejando a IU fuera del tinglado por no sé qué divismos y personalismos varios del lechón de Hugo Chávez. En ese punto es cuando se observa lo evidente: 90/212 es un 42% del peso. Y todo el resto, el 48% restante, lo capitanea Pablo Iglesias.

Así pues, si el PSOE pacta con Podemos no es que se posicione con los rupturistas, es que básicamente está dándole el poder a Pablo Iglesias para romper España y el sistema democrático que tenemos. Y de paso, liquidando el PSOE y echando la llave a Ferraz.

Por otra parte, está la posible formación de un pacto PP-PSOE-Ciudadanos.

Obsérvese lo evidente: Que un pacto PP-PSOE no requiere de la presencia de Ciudadanos. Ciudadanos aparece por ahí colgado en la lista como supuesta bisagra o bálsamo para calmar los escozores de las diferencias históricas entre los dos leones del llamado bipartidismo; pero es prescindible.

La mayoría de los que sostienen que este pacto es una buena solución, añaden a renglón seguido: Un pacto para 2 años, durante los cuales se hacen las reformas que el país necesita, y de paso les dé tiempo a recomponerse de cara a unas elecciones anticipadas y luego ya se verá qué pasa… Curiosa opinión. Muy curiosa.

Las Reformas

Más que nada porque ya me explicará alguien por qué las grandes reformas que España necesita se han de hacer bajo un pacto improvisado (y parece que ni fácil ni especialmente deseado por ninguna de las partes) para evitar la destrucción de España a manos de los totalitarios; y no se han podido hacer ni se pueden hacer cuando no hay amenazas de muerte de la democracia sobre la mesa.

Evitar que los totalitarios tomen el poder está muy bien. Aunque creo que hay mejores formas de hacerlo.

En todo caso, no me parece mal ninguna gran coalición o alianza que se forme; pero sería conveniente tener en cuenta para qué. España acumuló años de retraso en reformas importantísimas como consecuencia del tiempo consumido durante la transición, y aún estamos pagando hoy el pato de aquello. No estamos para hacer experimentos. Si se hace una gran coalición no puede ser a dos años vista y unas cuantas reformas para parecer que se ha hecho algo. Si se hace tiene que ser para formar un gobierno estable para cuatro años. Ese tiene que ser el proyecto. Todo lo demás es ridículo y una mala burla a los españoles. Y si no,…. Se va a un nuevo proceso electoral, que no pasa nada. En algunos países tienen dos vueltas y no les va nada mal con el sistema.

Por cierto, lo de acabar con el bipartidismo, ¿cómo va? Para las próximas elecciones ya si eso, ¿no?

Pablo Iglesias tan demócrata como Hugo Chávez

Si una imagen vale más que 1000 palabras… Un vídeo debe de valer como un millón o así… Pues aquí lo tenéis: A Pablo Iglesias parafraseando casi palabra por palabra a Hugo Chávez:

 

Aznar pide un Congreso en el PP

Aznar ha asistido hoy al Comité Ejecutivo del Partido Popular. Y, ¡oh, sorpresa!, les ha dicho a Mariano Rajoy y los suyos lo mismo que ha venido diciendo siempre: Que el PP necesita una profunda regeneración.

Ahora los iluminati y apesebrados de Mariano que lo criticaban porque si hablaba dentro o fuera de no sé dónde, me expliquen la diferencia mediática entre que haya hablado en público o en el Comité… Mientras me la cuentan, cuenten por favor los minutos que han pasado entre que haya hablado y se haya conocido las declaraciones… Gracias.

Aquí las palabras íntegras del Presidente Aznar.

El futuro incierto

CafeOrdenadorEl café humea silente a la derecha del ordenador, que ronronea bajo el teclado con la pereza del que ha dormido poco, y no quiere protestar demasiado; se sabe necesario con sus sentidos alerta, aunque no lo consigue. La noche ha sido larga y el aroma del café asciende lentamente impregnando la habitación, trayendo a mi memoria una mañana como esta, ¡parece que fue hace tantos años!, pero entonces España se despertaba tras años de derrumbe al sueño de una España grande y unida, y ahora amanece un futuro incierto. Valores, al final sí era eso.

Mientras el Partido Popular sigue llamando despectivamente perdedores a aquellos con los que se tiene que entender (incluso en las competiciones deportivas nadie en su sano juicio llama perdedor a quien asciende al podio) y el PSOE sigue autoproclamándose en su debacle líder de no se sabe quién, Pablo Iglesias sale ante sus acólitos como si hubiera ganado las elecciones y se dedica a poner líneas rojas y moradas. Albert Rivera, por su parte, sigue preguntándose qué ha fallado, como si no fuera éxito personal suficiente haber sacado 40 escaños con un partido de mercadillo construido a prisas y corriendo. A las conciencias de izquierdas y derechas nadie los esperaba y, esta vez sí, se han cumplido expectativas: No están.

Algunos hacen combinatorias de pactos, como ejercicio lúdico-festivo está bien, pero no hay combinatorias posibles ni varitas mágicas que cambien la situación: El Partido Popular sólo podría gobernar en España en alianza con el PSOE. Todo lo demás no es viable.

El Partido Popular ha perdido las elecciones. Sin más. Los números son una poderosa herramienta que sirven para dar la victoria si uno consigue mayoría absoluta o tiene capacidad de pactos; y el PP no tiene ni lo uno ni lo otro. Lo demás es literatura para rellenar páginas de periódicos y minutos de programa de debate.

Primero expulsaron a los liberales, después a los conservadores y por último anduvieron a tortas contra los democristianos. ¿Quién podía quedar que los votase más allás de los abuelos de voto fijo e incondicional? La estrategia del miedo… Pero la pregunta fundamental es: ¿Qué le lleva a alguien a hacerlo tan mal que habiendo recibido el apoyo de la gente en vez de capitanearla desde la gratitud se dedique a tratarla a palos? 

En todo caso esto sólo tiene arreglo desde Bruselas, Angela Merkel, la persona del año, puede intentar liderar reuniones con los socialistas y populares europeos – intereses no le faltarían- e impulsar unas purgas entre el PP y el PSOE que les permitan a los restantes llegar a un pacto de estabilidad en España… Hay quien apunta a que entre Soraya y Susana pudiese andar el juego en este eventual caso… Esa es la única posible vía para un pacto que mantenga al frente de España un gobierno estable y moderado. Todo lo demás pasa por el chavismo podemita, por más cábalas que quieran hacer los gurús esos que siempre tienen una explicación para lo ocurrido el día después de los hechos y 300 después de estar anunciando todo lo contrario.

Y como, a fuer de ser sinceros, esa posible maniobra la veo altamente improbable, tal como ya anuncié en el blog allá por el mes de mayo, prepárense para un gobierno de Pedro Sánchez-Pablo Iglesias de la mano con Bildu.

Alguien me dijo ayer en Twitter que la vida es lo que transcurre entre elecciones. Parece una persona sabia, pero se le olvidó mencionar que lo que sucede en las elecciones te condiciona todo lo que puedes hacer entre ellas…

Podemos o el partido que cambiaba de opinión con el viento

Seguro que más de uno está dudando a estas horas… ¿Voto a Podemos o no? ¡Vaya lío! Normal…. Como no han cambiado poco ni nada de ideas en último año, pues…. Normal, normal. Nada que decir. Desde Twitter llega una interesantísima tabla resumen que os dirá lo que vendría pensando el trío calavera (El Coletas, el Becas y el del Reverso Tenebroso de los Informes) más o menos como hacia ayer por la tarde:

Y si aún no veis claro que un partido así no es ni partido ni pandereta, pues re-flexionad un poco más…

El voto de un liberal

Tras la campaña en la que menos partición he tenido de toda mi vida, hoy día de reflexión os dejo un artículo de Daniel Lacalle que resuelve perfectamente cualquier ejercicio de reflexión que pudiese necesitar.

 

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La diana y los violentos: Agreden a Rajoy.

Ayer un mequetrefe asilvestrado, un kaleborroko descerebrado, agredió a Mariano Rajoy en Pontevedra. El sujeto, que salía detenido por la policía con gesto victorioso ante las cámaras -pensaría que le había dado a Mariano el puñetazo que todos los españoles deseaban darle o algo así -,  fue jaleado por otros mamarrachos de igual ralea; mientras la gente en las redes daba los datos y cuenta de Twitter de este presuntamente inocente adolescente, al que ahora mismo señalan las investigaciones como autor del hecho… (¿Queda claro, no? Pues eso. Sigamos).

A continuación vinieron los reproches y las condenas. Al Macarra Mayor de la PSOE, Pedro Sánchez, a la sazón candidato a pactar con el guarro de Pablo Iglesias (que si el pelo sin lavar, que si los piños sucios, ¡ustedes me dirán!), le faltó tiempo para condenar la agresión, quede claro. Claro que no sólo había escenificado la zafiedad y la violencia verbal un día antes, sino que además se había pasado las 24 horas siguientes autoproclomándose el orgulloso líder de los maleducados e irrespetuosos.

Pero lo cierto es que lo de Pedro Sánchez no deja de ser más que el burdo intento de un mierdecilla sin nivel intentando hacerse notar con sus únicos recursos: el barro y la zafiedad; pero hay otra gente no tan mediocre pero sí mucho más malvada en España, cuyo único afán es manejar jaurías y pisotear a todos los que no ladran a su compás. Gentuza que llama bastardos a los policías y que enseñan, desde un púlpito que pagamos todos, a sus alumnos a desacatar el orden. Escoria que hace chistes sobre pegar palizas a los fachas, y se junta con proterroristas y justifica las acciones de éstos. Basura que soporta y ampara regímenes abiertamente sanguinarios donde se encarcela y asesina a los que protestan. Herencia del impresentable Zapatero, ese hombre por el que Mariano se deshace en elojios, que no paró hasta reabrir todas cuantas heridas mal cicratizadas pudiera encontrar a su paso. De gentuza en España, vamos sobrados.

No son las peores elecciones, como decía alguien ayer en Twitter, ni las más violentas. En España hemos tenido elecciones en las que participaban los de la capucha con sus tiros, elecciones en las que volaron trenes por los aires, elecciones donde los candidatos han tenido que soportar huevos en la cara, dianas en sus casas, y amenazas callejeras. Estas, con todo, en este aspecto están siendo más llevaderas. Lo malo es si uno se pregunta por qué… Las respuestas dan escalofrío…

No voy a decirles a ustedes a estas alturas a quién votar. Pero sí tengo claro que, si aún no lo saben, deberían pensarlo un rato serenamente. Porque si el lunes ya era evidente, ayer quedó claramente retratado: Lo que nos jugamos en estas elecciones es escoger entre un modelo de respeto y convivencia, o un modelo totalitario y violento donde cualquier zafiedad y vileza vale contra el adversario.

Si escogen el segundo modelo, después no se quejen. Cuando la jauría decida que no son más de los suyos y sean ustedes los agredidos no se quejen. Al menos a mí no. Sepan que yo observaré impasible cómo los degollan sin mover un dedo para evitarlo.