Hace ya mucho que vengo diciendo que UPyD no es un partido sino una plataforma de marketing personal de Rosa Díez. Lo he dicho hasta la saciedad en ForoPolítica; y lo he mantenido contra viento y marea cada vez que salía alguien a decirme que UPyD era un partido superchulo y molaba mogollón. Pero yo, erre que erre, que no. Que a mí no me la daban con queso, porque yo de ese partido seguía (y sigo) sin conocer apenas otro nombre que el de Rosa Díez; y eso no me parece de recibo. Hecho aparte del fracaso rotundo que supone ir ganando escaño a escaño la presencia en los distintos parlamentos; porque, a ese paso, harían falta no menos de 16 comicios más para tener un asiento ocupado en cada uno de ellos. A cuatro años entre comicio y comicio echen cuentas de para cuándo empezaríamos a tener esa regeneración democrática en España que la presidenta de la formación promete.
Hace un par de semanas justas que echaba la parrafada en este mismo blog sobre las primarias de UPyD. Lo hacía en respuesta a un post de Anghara. Entonces analicé la importancia de las primarias desde un punto de vista funcional, y manifesté mi convencimiento en la falta de cultura democrática de la sociedad española.
Lo de hoy viene a confirmar la deriva que yo les anunciaba de ese partido hace ya tanto tiempo. Y, me temo, que también la falta de cultura democrática de la que les hablaba. Pero de eso escribiré mañana.